Aunque el reloj inteligente no es un dispositivo tan extendido como el móvil, la búsqueda de una vida saludable está animando a muchas personas a integrar este aparato electrónico en su día a día. Y es que, aunque muchos lo utilicen como una herramienta de monitorización en el ámbito deportivo -sobre todo los runners-, existen versiones con características más simples pensadas para registrar cualquier actividad cotidiana, como los pasos o el sueño, entre otros.
Debido a la enorme cantidad de datos útiles que recopilan los smartwatches acerca de nuestra salud, las aseguradoras ya han empezado a sacar provecho de los mismos. Así, las InsurTech están empezando a implementarlos entre sus clientes a cambio de un beneficio económico. Pero, ¿por qué es tan interesante un reloj inteligente para este tipo de compañías?
¿Qué es un reloj inteligente?
Un smartwatch es un reloj digital que ofrece más funciones además de dar la hora, generalmente, ligadas a la monitorización del cuerpo y centradas en la actividad o el deporte. Entre las características más destacables de este tipo de aparatos se encuentran la monitorización del ritmo cardíaco, el rastreo de la actividad física, la contabilización de las calorías quemadas, el seguimiento del sueño o incluso recibir mensajes y llamadas.
Además, el reloj inteligente dispone de una aplicación que los usuarios pueden descargar en su móvil, y así, visualizar todos estos datos de una manera sencilla y gráfica. A través de todos estos datos -que son recopilados mediante una tecnología muy puntera, y que normalmente solo conoceríamos en una revisión médica- la información proporcionada por el sistema es muy completa. Por ejemplo, el seguimiento de la actividad se realiza gracias al acelerómetro integrado y el monitor de frecuencia cardíaca. Asimismo, a través de un GPS, el reloj inteligente deportivo puede rastrear y grabar con precisión carreras al aire libre, caminatas, paseos por el monte o trekking, entre otros.
¿Qué datos consiguen las aseguradoras a través del uso de estos dispositivos?
Las aseguradoras, y sobre todo las InsurTech, están haciendo uso de los datos que obtienen de este tipo de sistemas para adaptar su estrategia comercial. Por una parte, a través del reloj digital de pulsera obtienen información personalizada de cada uno de los usuarios, a los que se les ofrecen diversas ventajas por lograr objetivos, como realizar un determinado número de pasos diarios, alcanzar un porcentaje de actividad o consumir un número de calorías semanal.
De esta manera, las compañías de seguros consiguen que los usuarios compartan sus métricas con ellas, y así, son capaces de realizar estimaciones muy precisas. En este sentido, pueden determinar si la vida cotidiana de las personas que llevan un reloj inteligente es sedentaria o activa, y de esta forma, deciden si subir o bajar las cuotas de los seguros de vida, por ejemplo.
Asimismo, determinar el estado de la salud cardiaca de los clientes de manera general también es indispensable para adaptar las ofertas a cada caso: una combinación de los datos de la edad, las medidas, el ritmo cardiaco y actividad diaria, pueden deducir el porcentaje de los usuarios que podrían padecer problemas del corazón, como el colesterol o la arritmia.
Una de las métricas menos populares, pero de gran impacto para las aseguradoras, es que a través de un reloj digital es posible conocer la higiene bucodental de una persona. Cuando los usuarios se cepillan los dientes, estos realizan un movimiento de muñeca característico que el dispositivo es capaz de identificar para, posteriormente, conocer si los usuarios llevan una limpieza dental adecuada. En caso de no hacerlo, las aseguradoras crean ofertas y descuentos para esos clientes, ya que saben que en estos casos, los seguros dentales tendrán un mayor volumen de demanda.
Los wearables en el futuro: un must en el sector de la salud
La inteligencia artificial en seguros mediante wearables está cambiando el mercado, y aunque el aparato más conocido sea el reloj inteligente, del cual se espera que en el año 2022 se vendan 120 millones de unidades a nivel mundial, todo apunta a que en el futuro, los usuarios llevarán consigo más de un dispositivo inteligente, como por ejemplo los zapatos o las gafas.
Por lo tanto, con el aumento de aparatos digitales también aparecerán nuevas métricas que se prevé que estén relacionadas con la salud. Por lo que no solo las aseguradoras obtendrán datos más precisos acerca del estado de las personas, sino que estos elementos serán clave para mejorar el estado físico de la población mundial, ya que estarán capacitados para avisar de riesgos de infarto, sedentarismo, arritmias, temperaturas corporales altas, alteraciones en la tensión arterial, la respuesta del sistema inmunitario o incluso anomalías hormonales.
En definitiva, los avances tecnológicos ayudarán a responder con la mayor brevedad posible a las enfermedades, pero también a hacerlo incluso sin que se lleguen a manifestar los primeros síntomas. Por ello, la salud mundial mejorará notablemente, y además, las aseguradoras serán capaces de adaptar su oferta comercial gracias a enormes volúmenes de información útil recopilada por los diversos dispositivos electrónicos.